Ley del límite personal:
Si hago lo que siempre he hecho, nunca llegaré más allá de donde siempre he llegado.
Según Stephen R. Covey, autor del best seller “7 hábitos de la gente altamente efectiva", los hábitos no serían sino la resultante de la intersección de tres elementos:
1. Conocimiento: responde al qué hacer y por qué.
2. Capacidad: responde al cómo hacer.
3. Deseo: responde al querer hacer o motivación.
Estos tres elementos son requeridos para convertir algo en un hábito en nuestras vidas.
Veamos, a título de ilustración, el hábito de la lectura a través de estos tres elementos:
1. ¿Qué debo leer y por qué debo leer?; 2. ¿Cómo debo leer?; 3. ¿Deseo leer?
Si una determinada persona carece del hábito de la lectura, resulta indudable que uno o más de estos elementos no están en la intersección.
Para muchos de nosotros, incorporar nuevos hábitos o cambiar algunos ya existentes, resulta en extremo difícil. Tomar conciencia de la necesidad de cambio es el primer paso para trabajar sobre esos hábitos. Sin embargo, la intención debe ser seguida por la acción y en ese sentido, la experiencia diaria es la que finalmente nos permite modificar nuestra conducta
Una persona, por ejemplo, puede decidir aprender a conducir un automóvil. Sabe qué cosas debe hacer para ello y por qué esto puede ser beneficioso para su vida. Tiene una alta motivación y toma un curso que le dará los conocimientos necesarios.
Pero el verdadero aprendizaje vendrá cuando haya terminado el curso y se enfrente diariamente a la práctica en la conducción de su automóvil. Esta persona podrá decir que ha incorporado realmente los conocimientos, cuando al conducir ya ni siquiera piense en cuales son los pasos que debe seguir para realizar su viaje. Cuando su mente se concentra en el objetivo de ese viaje y no en el vehículo que lo llevará a él.
Así, la incorporación de hábitos de efectividad es un proceso que parte por adquirir el conocimiento que nos ayude a cambiar o mejorar nuestras conductas, pero que debe ser seguido de la práctica que nos permita asimilar, incluso a nivel subconsciente dicho conocimiento.
Los siete hábitos que identifican a las personas altamente efectivas, según Covey, encarnan principios esenciales arraigados en nuestra conciencia moral y en nuestro sentido común.
Los hábitos de la efectividad, son los siguientes:
1. Sea proactivo -hábito de la responsabilidad
2. Empiece con un fin en mente -hábito del liderazgo personal
3. Establezca primero lo primero -hábito de la administración personal
4. Piense en ganar / ganar -hábito del beneficio mutuo
5. Procure primero comprender y después ser comprendido -hábito de la comunicación efectiva
6. Sinergice -hábito de la interdependencia
7. Mejora continua
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